Quiero hablar de depresión

Ilustración de Magda Montero, realizada con acuarela y lápiz de color, en tonos azules y violetas. La imagen central es una figura humana en posición fetal, vista de costado. Sobre su espalda curva aparece el texto "depresión", y abajo aparece "hay días más difíciles que otros".
Ilustración de Magda Montero, realizada con acuarela y lápiz de color, en tonos azules y violetas. La imagen central es una figura humana en posición fetal, vista de costado. Sobre su espalda curva aparece el texto "depresión", y abajo aparece "hay días más difíciles que otros".

Hoy quiero hablar de depresión, y la verdad es que no sé bien por dónde partir… ¡Se me vienen tantas ideas a la cabeza!

Y es que este tema vive conmigo, y con muchísima gente, y lamentablemente se sabe muy poco al respecto. Existen muchas ideas erradas en la “mente colectiva”, o cultura popular, respecto a la depresión.

Cuando pensamos en el concepto “depresión”, solemos asociarlo a tristeza, a llorar, a no poder levantarnos de la cama. Y la mayoría de las veces sí tiene de eso, pero otras muchas no.

Estar en el espectro autista complejiza el asunto, porque puede suceder que la forma en que externalizamos la depresión sea diferente a la manera “más neurotípica”, o más comúnmente conocida de estar deprimidos. Existe una caricatura de la persona deprimida, que aleja a quienes no calzan con ese perfil, impidiendo que reciban el adecuado diagnóstico y tratamiento, lo cual muchas veces empeora la situación.

Por otro lado, a lo largo de la historia humana los trastornos mentales han estado cargados de estigmas sociales. Hoy en día, eso sigue siendo así, y lamentablemente, en la mayoría de los espacios las enfermedades psiquiátricas son un tabú.

En esta serie de posts profundizaré en qué es la depresión y cómo enfrentarla, además de intentar romper algunos mitos que la rodean y que no son un aporte.

Primero, quiero decir que ésta es una enfermedad compleja. Coloquialmente se usa la expresión estar deprimidos, o “depre” para referirnos a estados de ánimo, e incluso hay quienes ni siquiera han pensado que la depresión es una enfermedad que se puede encontrar en el organismo biológico, así como la anemia o la diabetes. Por esto mismo, me gustaría definir algunos conceptos para que nos entendamos mejor.

Paréntesis Etimológico

¿Qué significa enfermedad?

Soy fan de la etimología, pues me ayuda a comprender mejor el lenguaje humano (😅😬🤓). Etimológicamente, enfermedad viene del latín infirmitas, que significa “falto de firmeza” (referencia).

Enfermedad.

Del lat. infirmĭtas, -ātis.
                1. f. Alteración más o menos grave de la salud.
                2. f. Pasión dañosa o alteración en lo moral o espiritual.
               3. f. Anormalidad dañosa en el funcionamiento de una institución, colectividad, etc.

Definición según la RAE

La definición que hace la RAE es muy amplia, e incluye las “alteraciones morales” y las enfermedades de seres sociales, como instituciones ―¡mish!―. Esto habla también de cómo pueden enfermar organismos sociales: familias, empresas, países, culturas… Actualmente creo que esto es evidente; la crisis eco-social que padecemos como humanidad me parece una muestra dramática de cómo las organizaciones humanas conformamos verdaderos ecosistemas, y tenemos una “vida” que puede ser sana o no, más aún en la relación con las otras formas de vida.

La OMS define enfermedad como: “Alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible” (referencia).

Depresión: ¿un trastorno mental?

La depresión actualmente se considera un trastorno mental. El órgano físico de la mente es principalmente el cerebro, y como he mencionado en otros artículos, recién estamos empezando a estudiar y a comprender el funcionamiento de este maravilloso órgano.

¿Y qué rayos es la mente? De forma superficial, podría decir que la mente es el conjunto de facultades cognitivas, que engloban los procesos de percepción, pensamiento, conciencia, memoria, imaginación, etcétera.

Pero nos quedamos cortos si solo contemplamos la depresión como trastorno mental. Podemos decir también que es un trastorno psíquico, ya que la idea de psiquis ―del griego psyché, “alma humana”― es más amplia a la de mente, y añade la esfera de las emociones, sentimientos y de la voluntad humana, que tan afectadas se ven en esta enfermedad.

Las disciplinas de salud mental, son principalmente la psiquiatría (curación de la psíquis) y la psicología (estudio de la psiquis), pero también está comprobado que en el proceso terapéutico en lo que respecta a salud mental los factores sociales y comunitarios son fundamentales, integrando al quehacer humano en su más amplia concepción.

Salvedad: Yo no soy profesional de la salud pero, además de usuaria, he estudiado la psiquis humana tanto desde la educación, como desde las terapias complementarias y el desarrollo personal.

Oka, entonces sigamos…

A mí parecer es importante observar al ser humano como una unidad. En esta tercera dimensión en la que vivimos, no podemos separar el cuerpo biológico, en este caso el cerebro y sistema nervioso, de lo que es la mente y psiquis humana. Y tampoco podemos aislar al individuo de lo que es el medioambiente, natural y socialmente hablando.

Por lo que, insisto en que actualmente la depresión se considera un trastorno mental, pero espero y me imagino que en el futuro la depresión será considerada como lo es actualmente la diabetes o la anemia: una enfermedad que engloba a la totalidad de la persona, y que se puede verificar en el cuerpo biológico.

¿Puede nuestro cuerpo biológico estar sano si nuestra psiquis no lo está?

¿Puede nuestra psiquis funcionar armónicamente si nuestro cuerpo biológico está alterado?

Qué es esto, ¿metafísica o materialismo?

Jaja… ¡Tan extremistas que somos! Es incuestionable que poseemos un cuerpo físico vivo, el cual percibimos mediante nuestros sentidos sensoriales y vemos las manifestaciones metabólicas que permite el estar vivos; pero también debemos aceptar que poseemos un mundo interior, cuya sustancia no es material, sino que está compuesto por pensamientos, sentimientos, deseos… y más allá de nuestra vida anímica, hay un ser que observa todo esto, que vendría a ser nuestra individualidad, nuestro yo, o espíritu.

Si recordamos la etimología latina de enfermedad, pues me hace sentido verla como la falta de firmeza entre una parte y otra de este binomio humano.

Pues, salud es la relación armónica entre esas ambas partes que nos componen: cuerpo-biológico y alma-individualidad.

Y si seguimos la idea de que los organismos sociales también tienen vida y con ésta, salud y enfermedad, la salud del individuo depende mucho de la relación que tenga con su medio social, y de la salud de los organismos sociales dentro de los cuales está inmerso. El factor de cómo se vincula el individuo con su medio es radicalmente importante en el caso de las personas autistas, y neurodivergentes en general.

Metabolismo cerebral

No existe actualmente consenso respecto a la causa de la depresión. Se dice que es multifactorial. La hipótesis del déficit de serotonina es la que tiene mayor prevalencia, y justamente es la que atacan los fármacos antidepresivos (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina, o ISRS).

Los escáneres encefálicos de personas deprimidas muestran una reducción del volumen del cerebro, como si éste se encogiera. Esa reducción del tamaño, principalmente de la corteza prefrontal y del hipocampo, tiene relación con el enlentecimiento metabólico que experimenta el cerebro deprimido: el riego sanguíneo, la nutrición, oxigenación y el metabolismo de la glucosa se ven afectados.

cerebro con depresión y sin depresión, escáner encefálico, muestra cómo en el cerebro deprimido disminuyen las funciones metabólicas, de flujo sanguíneo, oxigenación y metabolismo de la glucosa.

Es importante saber que la corteza prefrontal es la encargada de las funciones ejecutivas, del razonamiento, la toma de decisiones, y el hipocampo se vincula a las capacidades de memoria y retención de la información.

Por otro lado, la respuesta orgánica frente al estrés es la liberación de cortisol por las glándulas suprarrenales, hormona que nos ayuda a enfrentar las situaciones adversas, pero, resulta que el estrés sostenido en el tiempo genera una toxicidad en el cerebro llamada hipercortisolemia, que afecta a las neuronas del hipocampo, reduciéndolas en cantidad y en capacidad de intercomunicación.

El estrés sostenido en el tiempo, o que nos golpea de forma abrupta tras un evento traumático generan un desgaste a nivel de neurotransmisores tan grande, que nos puede llevar a desarrollar depresión.

La buena noticia es que esas alteraciones son reversibles. La creación de nuevas neuronas, o neurogénesis fue aceptada por la comunidad científica en la década de los 90’. ¡La neuroplasticidad permite recuperar las funcionalidades perdidas! Para esto es esencial atender la depresión en sus primeras fases, de esa forma se previene que el daño neuronal sea mayor.

Alteraciones fisiológicas: ¿causas o consecuencias de la depresión?

Considerar esta enfermedad sólo como un trastorno afectivo o solo como algo anímico me parece un error, pues a nivel químico, nuestro sistema nervioso está sufriendo la disminución de neurotransmisores necesarios para la correcta sinapsis entre nuestras células nerviosas. Lo cual nos impide el correcto funcionamiento de nuestras capacidades cognitivas, y nos afecta a nivel holístico, ya que el sistema nervioso recorre todo nuestro cuerpo.

A diferencia de la anemia o la diabetes, no es tan fácil encontrar la repercusión biológica de la depresión en nuestro cuerpo, pero eso no quiere decir que no exista.

Si bien hay hormonas que nos podrían indicar un estado depresivo en muestras de sangre, como lo es el cortisol ―”hormona del estrés”―, la depresión se diagnostica en base a los síntomas que manifiesta el individuo, más que a los signos que pueda obtener el médico en un examen físico. Ahora, eso no quiere decir que no haya signos clínicos que un buen médico pueda observar, como lo son las alteraciones en el peso corporal, alteraciones en la presión sanguínea o arritmias cardíacas.

Causas multifactoriales

Y bueno, como veíamos más arriba, se dice que esta enfermedad tiene múltiples causas. Las revisaremos rápidamente.

  1. Factores genéticos: Los antecedentes de depresión en familiares influyen en un 20 a 30% de mayor probabilidad de padecer depresión.
  2. factores fisiológicos: Disminución de neurotransmisores como la serotonina, alteraciones endocrinas como diabetes o hipertiroidismo.
  3. Factores personales: Se diagnostica mayormente en mujeres en edad productiva laboralmente. La maternidad (embarazo, postparto, crianza) influyen fuertemente. Otras dificultades como consumo de sustancias o dificultades de comunicación aumentan la tendencia depresiva.
  4. Factores ambientales: Catalizadores externos como eventos traumáticos, o estresores constantes.
  5. Factores socioeconómicos: Desempleo, pobreza, falta de red de apoyo en general.

Como hemos visto, el origen de la depresión es difícil de definir. A mí parecer, lo que hay detrás de los factores 3, 4 y 5 es el estrés. La lista anterior corresponde a factores de riesgo, es decir, mientras más factores nos afecten, mayor probabilidad de padecer depresión tenemos.

Síntomas de depresión

Ufff, solo escribir sobre esto ya me da escalofríos. Y es que estar deprimidos ¡es horrible! Como lo he conversado con personas cercanas, solo cuando se vive esta enfermedad se comprende a cabalidad lo que significa… 😩

Antes de pasar a los síntomas, me gustaría añadir que la depresión se gradúa según intensidad, considerando la cantidad, frecuencia e intensidad de síntomas que experimenta la persona. Así, existe depresión leve, moderada y grave.

Segunda salvedad: Esto no es una guía médica, úsese solo como referencia. Las listas siguientes las construí desde lo que he vivido y he estudiado. No soy especialista, pero vaya que he aprendido al padecerla.

Síntomas psíquicos
  • Incapacidad para disfrutar: Lo que habitualmente te genera placer deja de hacerlo 😢
  • Cambios de humor e irritabilidad (sobre todo en hombres)
  • Angustia; dicho en simple, sensación de nudo en la garganta o pecho apretado
  • Dificultades de memoria y concentración
  • Falta de entusiasmo en general
  • Disminución del deseo sexual
  • Incapacidad para pensar y tomar decisiones
  • Sentimientos de culpa y excesiva autocrítica
  • Pensamientos recurrentes sobre la muerte, e ideación suicida

Síntomas metabólico-motores
  • Alteraciones del sueño, tanto insomnio como hipersomnia
  • Falta de energía, sensación de fatiga constante
  • Cambios en el apetito, pérdida de peso o aumento repentino
  • Dificultades en el procesamiento psicomotor, ya sea enlentecimiento o agitación
  • Quejas somáticas constantes o dolores inespecíficos (un día te duele el hombro, al otro la espalda, después la pierna, etc.)
  • Cefaleas y mareos
  • Dolores de espalda y abdominales
  • Dificultad para respirar con normalidad
  • Palpitaciones, presión alta o baja sin antecedentes previos

Si ves en ti síntomas de depresión busca ayuda de inmediato. Esto no se pasa solo, de hecho, cuando no se atiende, empeora, y es más difícil pasar de grave a moderada, que de moderada a leve, y de leve a estar de alta. No hagas como yo, ¡no pierdas tiempo!

Cuando estamos en el agujero olvidamos que hay  “vida más allá de la depre”. Si te encuentras en ese sombrío estado, te lo digo: hay esperanza, se puede estar bien; no es fácil, pero se puede. Lo primero que debemos hacer es aceptar nuestro estado y buscar ayuda, sin ella es muuuuy difícil recuperarnos.

En el siguiente post escribiré más sobre mi proceso personal con la depresión, y sobre qué he hecho para manejarla. 😌

Depresión, una enfermedad del individuo y la sociedad

El hecho de vivir en una sociedad materialista, en que el PIB tiene mayor importancia que la calidad de vida de los individuos me parece un factor clave: ¿Cómo va a haber salud en las personas si no la hay en los sistemas sociales en los que vivimos? ¿Es saludable que al año 2019 mueran cada día personas de hambre y en conflictos bélicos? ¿Es saludable que, existiendo un desarrollo tecnológico tan alto, y una riqueza natural tan grande existan personas sin acceso al agua potable?

No, no lo es.

¿Qué es esto sino enfermedad de la cultura humana?

Personalmente, siento como si este trastorno fuera un símbolo de la condición humana en la actualidad. Nuestro sistema educativo y laboral se basan en la competición, las exigencias sociales de éxito, de ser proactivo, y de llevar adelante múltiples tareas de forma simultánea, generan una tensión permanente, más aún en personas que no calzamos con lo que el sistema espera: ser constantemente sociables, amistosos, energéticos, productivos, flexibles, etcétera. Y si además tenemos un perfil depresivo, ufff, ¡qué difícil es estar sanos hoy en día! Pero se puede.

Continuará… 👉 La depresión y yo – Sanando las heridas del alma

¿Estoy desvariando o tiene sentido lo que planteo? Tu comentario es alimento para este blog 😉

Referencias:

15 thoughts on “Quiero hablar de depresión

  1. Excelente artículo y el toque de humor hacen la lectura más grata. Gracias por tu tiempo y dedicación, y por la generosidad de compartirlo en primera persona; generalmente quienes escriben sobre este trastorno lo hacen en forma neutra. Y concuerdo contigo, la depresión es un estado de la sociedad actual…o almenos la incrementa y la condena.

    1. Gracias querida!
      Y sí, cuando estuve averiguando sobre este tema me encontraba con artículos fríos y distantes…
      Espero con este post poder plantear la depresión de forma más auténtica <3

  2. Querida Magdalena aunque en reiteradas veces anunciaste que no eres especialista está redactado con tal prolijidad y verdad que es un aporte y alimento para quien lo lea esté o no en este estado.
    Gracias por tu tiempo y dedicación, gracias por hacer de tu aprendizaje un aporte para otros porque estoy segura que al escribir cada palabra pensaste en todos los humanos que estamos fuera de tu guarida y que habitamos este mundo hostil y perdido.
    Unos se animan a pedir ayuda y otros esperan que se las ofrezcan es por esto que este post es un aporte para todos el tema es movilizarnos!
    Un abrazo fraterno ❤️❤️❤️🌈

  3. hola!! estudio la depresión desde el ayurveda y coincido tantísimo con tu aporte! estoy y soy activista dentro de e.a y trabajo dde lo corporal y algunas artes con adolescentes, gracias por tu nota

      1. Magda leo mucho de lo que escribes, me gusta tu lucidez y honestidad para expresarte, puedo hacer espejo de muchas experiencias que son un bálsamo para mí, hablas desde la experiencia y eso lo hace genuino, eres muy inspiradora ….!!!
        Es increíble poder mirarse y ver, como al leer esto uno puede hacer conciente que ha estado en ese lugar y de alguna forma lo sobrellevó en su momento ….Gracias eres un aporte total…!

      2. Muchísimas gracias Paula por tus palabras 💜
        Me alegra mucho poder ser un aporte 😌

        Abrazo!!!

  4. Uf. Cálido y acucioso escrito, pero espantoso recuerdo.
    En retrospectiva, lo he vivido dos veces: primera como consecuencia de violencia en la escuela, y después en los primeros años de vida de mi hija.
    Las dificultades que tenía para darle a ella un buen trato -acorde a mis ideales- me llevaron a buscar ayuda en relaciones humanas, y tras largo trecho esto llevó al diagnóstico EA.
    Cada visita de la depresión fueron años perdidos, y concuerdo con tu vivencia y lecturas en que la mente se encoge … y el cuerpo se vuelve una cáscara vacía cuyo mantenimiento mínimo requiere esfuerzos sobrehumanos.
    En la presente fase de expansión de mi vida, es prudente y sano no olvidar lo padecido.
    Gracias <3

    1. Querida Vale,
      Gracias por tu comentario <3
      Es tan cierto lo que dices!
      ...Espantoso recuerdo; qué importante es no olvidar.

      Un abrazo

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